8 consejos para hacer adultos mayores felices
• La independencia, es vital para que ellos sientan satisfacción personal, facilitarle actividades cognitivas adecuadas y el apoyo y tiempo de familia, es parte de lo que este grupo necesita.
El aumento en la población de la tercera edad es una realidad. Ante esta situación, organizaciones, y la sociedad en general, buscan la forma de que este grupo goce de condiciones idóneas para vivir satisfactoriamente.
Pero, además, también es necesario comprender que tener una tercera edad activa y feliz, es un objetivo que involucra a toda la familia.
Según comenta Irene Viñas, psicóloga especialista en adultos mayores, y gerente de actividades de Verdeza, lo primero que se debe entender, es que la vejez es una etapa más de la vida, y como tal, se debe disfrutar.
La especialista asegura que esta etapa debe ser todo, menos aburrida. Esto debe cambiar. Se debe comprender que, a partir de los 65 años, podría empezar las mejores etapas de la vida del ser humano.
“Es el momento en el que podemos finalmente dedicarnos a solo disfrutar, tenemos tiempo libre y ya no hay tantas responsabilidades. Con esa premisa debemos llegar a la tercera edad. Estar consientes de que es la etapa en nuestro ciclo de vida en el que tenemos más oportunidades de disfrutar y en el que hay que dedicarse a hacer lo que nos apetezca, ya que contamos con todo el día disponible para hacer nuestra propia agenda”, señala Viñas.
Para todas las personas que tiene un adulto mayor en su casa o son adultos mayores, la especialista ofrece ocho consejos básicos que contribuyen a alcanzar una vejez feliz.
1. Prepararnos: Así como nos preparamos para llegar a la universidad o para ir a la escuela, debemos prepararnos para llegar a la tercera edad.
Debemos tomar en cuenta varias consideraciones entre ellas, mantener el cuerpo en movimiento, en caso de que desde hace años la persona esté pensionada, debe procurar el mantener una estimulación cognitiva adecuada, tener un círculo social fuerte y estar consciente de cuáles actividades o hobbies le gustaría practicar para centrar su agenda diaria en esas actividades que antes, por las responsabilidades del día a día, prácticamente no podía practicar.
2. Independencia: Debemos asegurarnos de que el adulto mayor tenga su independencia y principalmente, mantenga su poder de decisión en toda su tercera edad, en la medida en la que física y mentalmente puedan hacerlo.
Es muy común que, los hijos motivados casi siempre por un sentimiento de amor ven a sus papás y mamás envejecer y empiecen a tomar decisiones por ellos. Cuando esto pasa, se inicia una etapa muy peligrosa para el adulto mayor, ya que poco a poco siente que no tiene control en sus decisiones y esto lo puede llevar a deprimirse o no estar feliz con su día a día.
“Los adultos mayores valoran la libertad a la hora de tomar decisiones, por esta razón, es vital que les permitamos elegir las actividades que desean realizar, por ejemplo, seleccionar el vestuario, los gustos y preferencias a la hora de su alimentación y también en las metas personales. Se debe evitar tomar decisiones por ellos y minimizar lo que ellos dicen, su opinión siempre debe ser tomada en cuenta”, enfatiza Viñas.
En caso de que no estemos de acuerdo con algo que el adulto mayor decidió, conversarlo y hacerles ver nuestro punto de vista lo más asertivamente posible, para que el adulto decida si cambia o no de su parecer, pero no imponer lo que el hijo o hija crean es mejor para su padre o madre.
¿Qué pasa si cognitivamente no está bien? De nuevo, prepararnos por si eventualmente esto ocurre. La tercera edad es una etapa en la que tenemos que tener mucha comunicación tanto de adulto mayor hacia su círculo, como viceversa.
Debemos hablar con nuestro círculo familiar más cercano sobre qué queremos en esta etapa de la vida, para que, si eventualmente llegamos a no tener la capacidad de decidir, ellos tengan una guía de decisión considerando lo que el adulto indicó que le gustaría y qué no le gustaría.
En caso de que nuestro adulto mayor tenga una enfermedad que afecte su mente y ya no tenga la capacidad de poder decidir por sí mismo, y pueda atentar contra su vida, los familiares más cercanos tienen la responsabilidad de tomar las decisiones que le correspondían al adulto, considerando, dentro de lo posible lo que este hubiera preferido cuando se encontraba con todas sus facultades.
Al fin y al cabo, son las personas que más conocen al adulto y deben ponerse en sus zapatos, para decidir por ellos, para que, en el fondo, el adulto mayor se sienta cómodo con las decisiones que se van tomando.
3. Socialización: Generalmente, cuando la persona llega a cierta edad y requiere un cuido o ayuda para su día a día, sin darnos cuenta, aislamos al adulto mayor a las cuatro paredes de nuestro hogar y limitamos su socialización a solamente la persona que le cuida y su círculo familiar más cercano.
“Los cuidadores de adultos mayores en las casas son muy importantes, pero los especialistas recomiendan que el adulto mayor tenga actividad física y social todos los días, y que la rutina diaria del adulto mayor no se reduzca a sólo estar en casa con una o dos personas. Por ello es vital que, en esta etapa de la vida, así como en todas las etapas, el adulto tenga un círculo de socialización con personas que sean de su misma edad. Ellos ocupan hablar sobre su vida, conversar con personas que están viviendo lo mismo y, por ende, crear vínculos de amistad y empatía”, recomienda Alejandra Zamora, gerente de residentes en Verdeza.
La etapa de socialización en la tercera edad es necesaria para la felicidad de la persona. Debemos procurar que tenga espacios en donde pueda compartir con sus amigos de toda la vida que se encuentran en la misma etapa o bien, hagan nuevos amigos de edades cercanas. Por esta razón es importante que los adultos mayores tengan espacios definidos semanalmente en los que compartan actividades o clases con otros de su misma edad.
En Costa Rica, existen diversos lugares donde el adulto mayor puede compartir con otros contemporáneos. Por ejemplo, en Verdeza, residencial Premium para el cuido integral del adulto mayor, se ofrece el servicio del Club Dorado, modalidad en la que un adulto mayor que no sea residente puede para participar en las actividades diarias que se ofrecen junto a solamente personas mayores a los 65 años.
El adulto mayor puede diseñar el paquete a su conveniencia y escoger entre ir todos los días, ya sea en la mañana y tarde o solo una mañana o una tarde, así como incluir o no la alimentación.
“Ante la gran cantidad de población de adultos mayores que tenemos en Costa Rica, decidimos ofrecer este tipo de servicio. El Club Dorado es una opción para estructurar paquetes a la medida de la necesidad y gusto del adulto mayor, para que pueda tener una vejez activa y principalmente feliz, con una continuidad de socialización con personas contemporáneas, con quienes llevaría terapias y clases adecuadas a sus necesidades”, indica Zamora.
4. Ejercicio: durante todas las etapas de la vida, realizar ejercicio es clave para que el ser humano tenga una mejor salud y calidad de vida. Conforme los años pasan, el deporte que se practica debe enfocarse en disciplinas que se adecúen más a las posibilidades físicas y sea conveniente, según la edad.
Durante la tercera edad, es importante rescatar que, por medio de la estimulación activa se logran mantener algunas capacidades mentales, mejorar el rendimiento funcional, prevenir dificultades de movilidad y desplazamiento. Lo recomendable es que un adulto mayor practique mínimo cuatro veces por semana actividades físicas de bajo impacto duranteunos 45 minutos por día.
Antes de practicar cualquier ejercicio, se recomienda que el adulto mayor realice correctamente todos los tiempos de alimentación que se deben abarcar en el transcurso del día y por supuesto, cumplir con los horarios de los medicamentos respectivos según su condición de salud.
El deporte deben ser ejercicios de bajo impacto como hidroterapia, el uso de bicicleta estacionaria, aromaterapia, terapia física, entre otros. Uno de los deportes de bajo impacto que más se recomienda durante la tercera edad es el yoga.
Esta disciplina deportiva, trabaja las diferentes partes del cuerpo por medio ejercicio físico y de meditación; su objetivo final es mantener una armonía entre el cuerpo, la mente y el corazón. Además, es una práctica que nos ayuda a mejorar la circulación y la flexibilidad, con lo que prevenimos la atrofia de los grupos musculares.
“Con el ejercicio prevenimos problemas de salud, aumentamos nuestra fuerza y energía, así como reducimos el estrés. Cuando un adulto mayor practica yoga, obtiene ejercicio físico para su cuerpo y mejora el estado anímico. Es por esta razón, que expertos del deporte recomiendan practicarlo como disciplina durante esta etapa de la vida, con una frecuencia de una a tres veces por semana, con sesiones de 45 a 60 minutos”, aconseja Viñas.
El yoga para el adulto mayor se debe adecuar según la necesidad de cada persona. Por ejemplo, en Verdeza se utilizan sillas como recurso adicional durante las clases, para aquellos residentes con limitaciones en movilidad y problemas de equilibrio o bien, se desarrolla la clase de manera tal que las personas que están en silla de ruedas puedan tomar la clase sin problema alguno.
“El yoga es un espacio en el que cada persona se apropia de su cuerpo, se hace consciente de cada movimiento y se adecua según a las posibilidades de cada persona. A la vez, algo importantísimo en esta etapa de la vida es realizar actividades que generen la liberación de endorfinas y con el yoga lo logramos y, además, situamos el cuerpo, mente y alma en armonía”, destaca Viñas.
5. Actividades cognitivas: así como debemos mantener nuestro cuerpo activo, también debemos ejercitar nuestra mente. Es importante que como adulto mayor tengamos espacios de actividades cognitivas las cuales mejoran el desempeño de la persona en las actividades diarias como el baño, vestido, desplazamiento y promueven una mayor interacción social.
Los talleres de estimulación cognitiva ayudan a trabajar el razonamiento y la concentración del adulto mayor. Entre las terapias cognitivas podemos encontrar clases musicales, terapias perros entrenados (caninoterapia), estimulación multisensorial, entre otras. Los especialistas recomiendan tener ejercicios cognitivos mínimo cuatro veces por semana.
En Verdeza específicamente, se trabaja el área cognitiva con el programa Mentes Activas, el cual se centra en realizar una estimulación cognitiva, en donde trabajan el lenguaje, la motora, la velocidad, la escritura, la memoria y el dibujo. El programa se brinda cuatro veces por semana.
6. Alimentación adecuada: una alimentación variada y saludable garantiza que el adulto mayor tenga calidad de vida. La comida en la tercera edad debe ir acorde a las necesidades de energía, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Esto con el fin de evitar que existan deficiencias en el consumo de nutrientes como proteína, vitamina C, calcio, hierro y folatos, y garantizar una alimentación saludable.
El objetivo de una adecuada alimentación en la persona adulta mayor es mantener un óptimo estado de salud, que permita cubrir las necesidades nutricionales para evitar deficiencias, mantener el adecuado peso corporal, retardar la ocurrencia o progresión de enfermedades relacionadas con nutrición y evitar la ingesta excesiva de algunos nutrientes.
Rocío Calvo, nutricionista y gerente de alimentación y bebidas en Verdeza, explica que es importante tomar en consideración la capacidad masticatoria de la persona adulta mayor para definir su menú semanal.
Por ejemplo, si es una persona que no tiene piezas dentales, es importante modificar la textura de los alimentos que se le ofrezcan, antes de excluirlos de su dieta. También, es importante considerar que todos los grupos de alimentos son necesarios en esta etapa de la vida.
“Tenemos que preparar los alimentos pensando en la comodidad del adulto mayor. Hay que procurar alimentarnos con comida que sea cómoda para el consumo y que la alimentación no se vuelva un momento de estrés para el adulto, sino que sea un momento de disfrute. Por ejemplo, las carnes deben ser suaves, cortadas en trocitos o molidas, con salsa o como parte de otros platillos como pastas, arroces, picadillos, estofados, sopas. Si a la persona por motivos diversos se le dificulta consumirlas, debe de licuarlas y agregarla a los otros platillos. Importante siempre darles frutas, ya en frescos, postres o purés”, aconseja Calvo.
7. Control médico: el proceso natural del envejecimiento afecta a nuestro cuerpo y por ello, debemos llevar un control médico regular, con especialistas en el área que lo requerimos. La tercera edad es una etapa en la que debemos dejar de lado el miedo a ir al médico y ser consientes de que la medicina ha tenido grandes avances con los que lograremos una calidad de vida.
“El doctor geriatra que atienda a nuestro adulto mayor debe ser del completo agrado del paciente. Debe sentirse cómodo con el médico y además tenerle confianza. Hacerle caso a todo lo que nos recomienda y en caso de requerir medicamentos, debemos ser disciplinados para la administración de los mismos, para que nuestro cuerpo realmente reciba la ayuda adecuada”, dice Zamora.
Es importante que la familia esté muy atenta a cualquier cambio físico o de comportamiento del adulto mayor y que cuando observen un cambio importante, acudan al médico para evaluar si está ocurriendo algo a nivel de salud. Se recomienda tener controles médicos frecuentes según lo recomiende el especialista de salud y siempre tener bajo observación cómo nos sentimos físicamente.
8. Familia: por último, más no menos importante, algo fundamental en la vida del adulto mayor es el rol de la familia. Es vital estar siempre cerca de ellos e involucrados en el día a día de la dinámica familiar.
Se debe compartir con el adulto mayor y procurar no aislarlos. En caso de que viva en nuestra casa, es aconsejable dividir las responsabilidades del cuido, para no recargarlas en una sola persona, por ejemplo, las actividades físicas como salir a caminar en las mañanas las pueden realizar con los nietos, las compras en el supermercado con los sobrinos y las clases de manualidades o incluso de yoga, con sus hijos.
Si viven en un residencial o casa especial para el cuido del adulto mayor, la familia debe investigar sobre la política de visita y procurar estar presente en la vida del familiar que ya no está en casa. Por ejemplo, en Verdeza, la familia tiene las puertas abiertas las 24 horas del día, toda la semana, puesto a que saben de la importancia del rol de la familia y promueven el mantener una relación cercana con su círculo familiar.
La idea es que la familia sean personas que motiven y ofrezcan opciones de actividades que los ayude a mantenerse activos, involucrarlos en programas sociales y siempre estar atentos a los cambios en el comportamiento, para saber si está relacionado con el deterioro cognitivo.
Finalmente, los adultos mayores se sienten felices cuando se les presta atención, no debemos pedirles que no nos cuenten una historia repetida o callarlos. Hay que dejarlos hablar, hacerlos sentir importantes y reconocerles el trabajo que hicieron para criarnos. Al fin y al cabo, no perdamos el norte de que los adultos mayores, son los mentores de nuestra vida.